Un teatro de caprichos

El próximo día 15 de septiembre se inaugurará el Teatro Romano de Málaga. No hemos sido pocos los malagueños que hemos podido contemplar cómo grandiosas inauguraciones en esta ciudad han venido acompañadas de grandes guerras políticas.

Esta inauguración, de antemano, no está exenta de su correspondiente polémica. El Ayuntamiento determina que hay 400 invitaciones para tal evento y, como es evidente, el pueblo malagueño espera poder estar presente en algo que siente como suyo. Pues bien, el Ayuntamiento decide continuar con el «gozo en un pozo» y saca a concurso un total de 64 invitaciones. Eso sí, deja muy claro que puede participar todo el que lo desee. El resto de entradas se reservan a gente de la Cultura, a lo que yo me pregunto: ¿estarán todos los que son? ¿Serán todos los que están?

Todo esto me huele a la mierda de siempre (con perdón). Una inauguración de esas que le gustan a nuestro señor alcalde. Mucho ruido, grandes nombres, prensa, fotos, etc. Pero como dice la canción «¿qué pasará mañana cuando te hayas ido?». A mi parecer, será otra caprichito del alcalde, el cual, al igual que hacen los niños, jugará con su regalo el día del cumpleaños y al día siguiente ya no le verá la gracia y lo dejará.

Sólo me queda la esperanza de que  no se permita que se sigan repitiendo atrocidades de este tipo y la gente que realmente forma parte de la cultura de esta ciudad sepa ponerla en el lugar que le corresponde.

P.D. Podéis apostar a que en pocos días tras la inauguración los trapos sucios saldrán.